Las tensiones económicas y financieras desatadas por el conflicto en Oriente Medio son motivo de creciente preocupación a nivel mundial. Por supuesto, las primeras señales de impacto se ven en el aumento de los precios del petróleo, pero existe además el riesgo de que esto derive en una recesión económica, dependiendo de qué tanto escale el conflicto.
Los economistas de Bloomberg Economics, Ziad Daoud, Galit Altstein y Bhargavi Sakthivel, publicaron recientemente un informe que desarrolla precisamente esa advertencia, y señalan que existe un riesgo real de que el precio del petróleo alcance los US$150 por barril. Ese incremento impactaría el desempeño de la economía global, con una disminución del 1.7 % en el crecimiento y una merma de un billón de dólares en la producción de bienes y servicios a nivel mundial.
En el momento en que escribo esta columna, el precio del petróleo de referencia para los Estados Unidos ronda los US$85 el barril. Recordemos que este nivel de precios no ha sido tomado en cuenta en las estimaciones de crecimiento económico de los principales organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Como pleanteaba al principio, debemos considerar diversos escenarios, desde le menos grave, en el que el conflicto no escala hacia otros países, hasta una posible mayor intervención de terceros países en el mismo. Todo esto está ocurriendo en momentos en que la economía global aún no logra recuperarse de los efectos de la pandemia de COVID-19 y de la invasión rusa en Ucrania.
En el pasado, escaladas de violencia como los ataques de Hamas a Israel han tenido efectos importantes en la economía mundial. La guerra árabe-israelí de 1973, por ejemplo, provocó un embargo petrolero, con la subsecuente inflación y paralización del crecimiento. Este antecedente nos alerta sobre las posibles repercusiones de los acontecimientos actuales en la región.
La amenaza de alta inflación, un aumento en los precios del petróleo y un lento crecimiento económico, son efectos que veremos por el conflicto actual. ¿En qué magnitud? Dependerá de en qué zonas se concentre el conflicto, o si hay intervenciones de Líbano y Siria, o, en el peor de los casos, una intervención de Irán. En este último, los economistas de Bloomberg prevén un incremento del precio del crudo hasta niveles de US$150 el barril.
La paz en Oriente Medio no es solamente un imperativo moral, sino también un elemento crucial para la estabilidad económica global. La cooperación y la diplomacia deben ser nuestros aliados en estos tiempos inciertos. Al mismo tiempo, debemos ser conscientes de cómo los acontecimientos en la región pueden afectar nuestras economías y buscar soluciones que promuevan la estabilidad y el crecimiento.
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