El sistema bancario es un pilar muy importante en la economía global, este como muchos sectores ha ido evolucionando a medida avanza la tecnología, la cual ha dado paso a la aparición de los neobancos, los cuales ofrecen servicios de intermediación financiera 100% digitales (BBVA,2021). Estos surgieron como una respuesta ante la crisis de 2008, teniendo mayor popularidad en Reino Unido. Sin embargo, en los últimos años se han expandido alrededor del mundo y en Latinoamérica están ganando popularidad principalmente en las generaciones más jóvenes.
Este modelo es muy atractivo para los nichos de mercado que prefieren realizar sus operaciones en línea, sin tener que hacer filas en las sucursales físicas. Además, los costos de operación se reducen de manera exponencial dado que al ser digitales y no tener ninguna oficina física, la mano de obra en los servicios bancarios se reduce teniendo muchos procesos automatizados. Estos nacen en ecosistemas digitales, lo que significa que, toda la experiencia bancaria se realiza a través de aplicaciones o plataformas web, desde la apertura de una cuenta, hasta la gestión de fondos, siendo más eficiente, rápido y atractivo para los clientes. Pero ¿cuáles son los principales desafíos?, en primer lugar, los neobancos requieren regulaciones y leyes específicas, las cuales por ser un modelo relativamente nuevo pocos países han logrado preparar el terreno para la correcta regulación de estos sistemas, limitando de esta manera su operación. Además, un informe de BBVA Research (2022) menciona que, a pesar del rápido crecimiento, la falta de contacto físico con los clientes y el poco conocimiento y tiempo de los neobancos genera dudas sobre la capacidad que estos tienen para enfrentar crisis económicas o problemas de liquidez.
Por otro lado, la banca tradicional dada su larga trayectoria en el mercado, representa un símbolo de confianza y estabilidad. Para las personas acostumbradas a realizar sus gestiones en persona, la idea de realizar todo de forma virtual sin interacción humana representa un salto grande fuera de su zona de confort. Si bien es cierto en los últimos años los bancos tradicionales han mostrado esfuerzos por integrar nuevas tecnologías a sus procesos y servicios, aún tienen un largo camino por recorrer. Según un informe de KPMG (2021), la transición digital de los bancos tradicionales ha permitido mejorar sus servicios, pero aún enfrentan desafíos en cuanto a la eficiencia y la personalización frente a los nuevos competidores.
¿Qué podemos esperar del sistema financiero?
El choque de la banca tradicional y la neobanca no es solo la competencia de diferentes modelos de negocio, sino la confrontación de diferentes valores. Por un lado, la banca tradicional propone la estabilidad, la confianza y el servicio en el que mucho tiempo se ha confiado, mientras que los neobancos apuestan a la innovación, la rapidez y la flexibilidad, con el enfoque exclusivo en el modo digital. Pero ambos modelos, pueden operar de manera conjunta, y si se juntan, el sistema bancario puede asemejarse a lo que KPMG llama la “reserva más robusta” para todos los tipos posibles de consumidores. La tarea clave para ambos tipos de banca será demostrar al consumidor que ambos son seguros, confiables, rápidos y sencillos; no importa, si es en el local físico o en una plataforma digital. Solo de esta manera el modelo bancario estará acorde a las demandas del siglo actual.
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