Exor - Latam Centroamérica
01 de Febrero, 2022
El aumento de la inflación en los Estados Unidos y los posibles pasos que tome ante ello la reserva federal de los estados Unidos (FED) se han convertido en los dos principales puntos de partida para las decisiones de inversión, explicó César Addario Soljancic, vicepresidente regional de EXOR Latam para Centroamérica y el Caribe, consultado sobre las tendencias para lo que resta de 2021 y el inicio de 2022.
“Los movimientos tradicionales que se observan, ante el nerviosismo que causa el incremento de precios, son esta fuga desde los mercados de renta variable, hacia los bonos del tesoro, por ejemplo. Pero la aversión al riesgo se ha manifestado en las últimas semanas también con compra de lo que denominamos los activos ‘refugio’, como el oro, al que ahora también se suma el bitcoin”, explicó Addario Soljancic.
La inflación en los Estados Unidos, que fue del 4.4% anual en septiembre, la más alta desde 1991, se ha mantenido como un dolor de cabeza permanente para los mercados internacionales, principalmente porque prevén que un incremento de precios a niveles difíciles de controlar llevaría a la FED a adelantar el ajuste de las tasas de referencia, iniciando un ciclo de encarecimiento del dinero que podría amenazar la incipiente recuperación de la economía.
Si bien la FED ha puesto dos condiciones para iniciar el alza en las tasas -una meta de inflación del 2 % y la reducción del desempleo hasta llegar al empleo pleno-, la realidad es que el banco central ha iniciado ya el desmontaje de las políticas de estímulo que aplicó de cara a la pandemia del covid-19, y ha anunciado un calendario para la reducción de su programa de recompra de activos.
Como respuesta a la crisis provocada por la pandemia, la FED aprobó el denominado programa de flexibilización cuantitativa, que destinaba US$120,000 millones mensuales a la recompra de títulos.
“Esta medida, también aplicada tras la crisis de 2008, es una forma de inyectar dinero a la economía. este programa se ha comenzado a reducir gradualmente desde mediados de noviembre, en un proceso que se conoce como tapering, y llegará a US$15,000 millones al mes: US$10,000 millones para bonos del tesoro y Us$5,000 millones para valores respaldados por hipotecas”, detalló Addario Soljancic.
Tras este anuncio, queda aún otra gran herramienta de la FED: las tasas de referencia.
Debido a la crisis, y tras una reducción que las llevó a cero luego de la explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008, las tasas se han mantenido bajas para abaratar el dinero y promover la actividad económica. Analistas prevén que la FED empiece a ajustarlas al alza tan temprano como junio de 2022, y no hasta 2023, tal y como la reserva federal lo había programado.
La inflación se ha debido a una multiplicidad de factores, que van desde la demanda generada con la misma reapertura de la economía tras el COVID-19, hasta el encarecimiento de la mano de obra y los problemas de suministros y de cadena logística. “A medida que se conocen nuevos datos, como el incremento sin precedentes del Índice de precios al productor en los Estados Unidos, más y más inversores se están refugiando en el oro, que ya ha alcanzado su precio más alto en cinco meses”, recalcó el ejecutivo.
Al momento de invertir, recordó Addario, se deben tomar en cuenta los objetivos de dicha inversión. “¿Es usted un inversor bastante adverso al riesgo, o su objetivo es de largo plazo y quiere aprovechar la caída que están teniendo las acciones de diversos sectores para invertir en ellas? de la respuesta depende el tipo de movimiento que deba hacer”, puntualizó.
Y es que mientras algunos capitales se refugian en el oro o el bitcoin, otros siguen apostando a sectores vinculados con el desempeño de la economía, como el tecnológico.
Si bien algunas empresas de este sector han visto caídas en los últimos días, la progresiva recuperación de la economía significará nuevas alzas para estos valores.
“Las inversiones deben verse desde una perspectiva de largo plazo, sobre todo, debemos recordar que las crisis pasan y los sectores se recuperan, pero, de nuevo, el punto de partida es el tipo de objetivos de inversión que cada uno tenga, su aversión al riesgo, y ese ‘mix’ de valores que quiera mantener en su portafolio de inversión”, concluyó.
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