El mercado de crédito privado en Estados Unidos, valorado en aproximadamente $3 billones, podría experimentar una leve mejora en 2026. Estrategas de BofA Global Research proyectan que las tasas de default se reducirán al 4.5% el próximo año, una ligera baja frente al 5% estimado para este año, a medida que la Reserva Federal (Fed) implemente recortes de tasas de interés.
La esperada disminución en las tasas es un alivio clave, dado que los préstamos de crédito privado están típicamente ligados a una tasa flotante, haciendo sus pagos sensibles a los movimientos de la Fed.
Sin embargo, BofA advierte que el sector se mantiene como el más frágil dentro del universo de finanzas apalancadas de EE. UU. Neha Khoda, jefa de estrategia crediticia de BofA en EE. UU., señaló que el crédito privado es la clase de activos de "menor calidad". Esta fragilidad se amplifica por las estructuras de préstamo opacas y la concentración de carteras en tecnología y servicios, sectores especialmente vulnerables a la disrupción impulsada por la Inteligencia Artificial.
El mercado de crédito privado ha crecido rápidamente, atrayendo a una amplia gama de inversionistas, incluidos fondos de pensiones y compradores minoristas. La expansión ha generado también una estrecha interconexión con los bancos tradicionales de EE. UU., que han prestado cerca de $300 mil millones a proveedores de crédito privado hasta junio de este año.
En EXOR, analizamos cómo la fragilidad de un mercado de $3 billones como el crédito privado puede generar riesgos de contagio en los mercados globales de capital. Para nuestros clientes en América Latina, esta alerta subraya la importancia de la debida diligencia en el apalancamiento y la necesidad de monitorear la liquidez global ante la potencial exposición a shocks externos.
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