Redacción EXOR 

Los precios al consumidor en Brasil aumentaron menos de lo previsto en el mes hasta mediados de mayo, según datos de la agencia de estadísticas IBGE divulgados el martes. El impacto de las recientes inundaciones en la inflación de alimentos fue menor de lo esperado, lo que podría reducir la presión sobre el banco central para detener su actual ciclo de relajación monetaria. 

El índice IPCA-15, que mide la inflación, subió un 0.44% en el período, por debajo del 0.48% esperado por los economistas encuestados por Reuters. Aunque esta cifra representa un aumento respecto al 0.21% registrado en abril, la inflación anual se desaceleró al 3.70%, ligeramente por debajo del 3.72% previsto, alcanzando el nivel más bajo para una lectura de mitad de mes desde octubre de 2020. 

Ocho de los nueve grupos encuestados por el IBGE registraron aumentos de precios, con los sectores de salud y transporte liderando debido a los precios más altos de productos farmacéuticos y combustibles. Estas cifras mantienen el índice de inflación de Brasil dentro del objetivo del banco central, que actualmente es del 3%, con un margen de más o menos 1.5 puntos porcentuales. 

La última lectura fue la primera en reflejar las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, que causaron la muerte de casi 170 personas y afectaron la producción de alimentos en el estado, un importante productor de carne y granos. Hasta ahora, los efectos de las inundaciones no han presionado significativamente la inflación. 

Los precios de alimentos y bebidas aumentaron un 0.26% en el mes hasta mediados de mayo, disminuyendo desde el 0.61% del mes anterior. Esta evolución de los datos de inflación sugiere la posibilidad de otro recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés en la próxima reunión del banco central en junio. Sin embargo, el impacto total de las inundaciones en la inflación aún es incierto, con presiones adicionales esperadas en productos como el arroz y el trigo. 

Los futuros de tasas de interés indican una probabilidad cercana al 75% de una pausa en el ciclo de relajación del banco central de Brasil en junio. La autoridad monetaria redujo su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos a 10.50% a principios de este mes, después de seis recortes consecutivos del doble de ese tamaño. Los responsables de la política monetaria se han comprometido a trabajar para que la inflación vuelva al objetivo del 3% y han expresado su preocupación por las expectativas de inflación que superan ese nivel para este año y el próximo.