Redacción EXOR

El presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, señaló el que una mejora en las condiciones del mercado está allanando el camino para un cambio en la política monetaria, mientras que la inflación más benigna ha aumentado las apuestas de los inversores a favor de recortes de tasas de interés más tempranos.

Durante un evento organizado por el IDV, un grupo que reúne a los principales minoristas de la mayor economía de América Latina, Campos Neto afirmó que las expectativas de inflación a largo plazo han comenzado a disminuir y la curva de rendimiento ha caído bruscamente, lo que demuestra que "el mercado está dando credibilidad a lo que se está haciendo" por parte del banco central para reducir las presiones de precios. Campos Neto añadió que esta situación "abre espacio para una acción de política monetaria en el futuro", sin especificar el plazo para dicha acción.

El banco central ha expresado constantemente su preocupación por el aumento de las expectativas de inflación a largo plazo para justificar la necesidad de mantener su tasa de interés de referencia en un nivel alto del ciclo, del 13.75%, donde se ha mantenido desde septiembre a pesar de la desaceleración de la inflación.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha criticado esta postura política, afirmando que obstaculiza el crecimiento económico. El banco central de Brasil tiene previsto tomar su próxima decisión de política monetaria el 21 de junio, algo que Campos Neto dijo no poder anticipar.

Campos Neto afirmó el lunes que las tasas de interés futuras han disminuido aproximadamente tres puntos porcentuales desde que el gobierno presentó nuevas reglas fiscales, abordando las preocupaciones sobre el crecimiento descontrolado de la deuda pública.

También afirmó que el tipo de cambio está "avanzando en la dirección correcta". El real brasileño se ha fortalecido un 8.4% frente al dólar estadounidense este año.

"Se está abriendo un entorno para trabajar con tasas de interés más bajas en algún momento en el futuro", afirmó.

A pesar de reconocer que los esfuerzos para frenar la inflación están progresando positivamente, advirtió que no se deben detener prematuramente, ya que esto podría generar mayores costos para lograr la desinflación más adelante.