César Addario Soljancic dirige desde su oficina en San Salvador, la operación regional de Exor Latam para Centroamérica y el Caribe. Exor es una empresa global de servicios financieros que tiene un siglo de acompañar proyectos de la envergadura de la interconexión eléctrica del Cono Sur, la interconexión de vías fluviales en la misma región, e incluso su desarrollo petrolero.
Tras abrir en 2019 la oficina en Centroamérica, ya dirige importantes operaciones en varios países de la región, pero Addario Soljancic considera que el potencial de Centroamérica para aprovechar los capitales intensivos mundiales, es mucho mayor.
A dos años, ¿cuál es su valoración de la operación de EXOR LATAM en El Salvador?
Es sumamente positiva, sobre todo pensando en que tenemos proyectos en desarrollo. Se colaboró con la última emisión de bonos soberanos en condiciones muy ventajosas para El Salvador, tomando en cuenta el escenario de los mercados internacionales en el que se llevó a cabo y con la pandemia en su punto más álgido.
Desde El Salvador hemos regionalizado la operación de manera muy efectiva, estamos con proyectos en Costa Rica, República Dominicana, Trinidad & Tobago, y con Panamá.
El Salvador es un punto neurálgico que nos permitió afianzar lazos en Centroamérica ya que teniendo presencia en la región, nuestros ejecutivos están a no más de dos horas de vuelo de todos los lugares donde tenemos operaciones, y a la vez, no menor, tenemos un proyecto muy ambicioso en lo referente al triángulo norte.
¿Cómo se ha desarrollado su operación en El Salvador?
A El Salvador llegamos con una idea, una filosofía de poder insertar al país de manera más óptima en los mercados internacionales, y que permita tener acceso a las empresas públicas, estatales, público-privadas y privadas, al capital intensivo. Hemos tenido una muy buena recepción, una ayuda muy grande, de parte de todos los estamentos de El Salvador, y esto ha ayudado mucho a generar esta singergia positiva.
¿Qué proyectos y planes tienen para la operación en El Salvador?
Creemos que El Salvador tiene muchas potencialidades, sobre todo en infraestructura, tanto en el lado energético, como del vial, y del agua, mucho espacio para crecer.
Creemos que el bono verde en un país sumamente verde como El Salvador puede aprovecharse para tener tasas preferenciales para los créditos que tienen que ver con proyectos que requieren muchos recursos, y contar con una tasa preferencial puede hacer la diferencia.
¿Cuál fue la experiencia de apoyar la última emisión de El Salvador en plena pandemia?
Es un mérito de la administración que gobierna El Salvador, de los bancos que intervinieron, y de nuestra parte, sobre todo el mayor mérito de los actores intervinientes fue generar las condiciones para colocar la emisión más grande de la historia de el salvador en los mercados internacionales.
¿Qué oportunidades de mejora ve en el acceso a estos mercados?
Se ve una oportunidad, el mundo cripto al que El Salvador ha entrado como primer país de avanzada, creemos que puede funcionar y tener una aceptación muy importante.
Sé que hay desafíos y complejidades a ser resueltas, no obstante, hay que darle un voto de confianza a lo nuevo.
Hace 40 años las tarjetas de crédito no eran de uso masivo, y hoy, quién más quién menos, de acuerdo con sus capacidades, tiene una. No podemos negar que no hace mucho irrumpieron Internet y la telefonía celular de datos, y ahora son industrias millonarias y cotidianas a la población mundial. La innovación debe verse como una oportunidad.
¿Esto, tomando en cuenta que cada día más bancos de renombre y grandes fondos de inversión se suman a las operaciones en Bitcoin Q?
No solo no es algo nuevo, hay varias criptos y varios token que se han creado en emisiones específicas, en países europeos, que se están utilizando. Está entrando ahora El Salvador, como pionero, con el desafío grande de ver, de medir el mercado en esto, y hay margen para una curva de aprendizaje que permita ver cómo se puede comportar.
CENTROAMÉRICA: AMPLIO POTENCIAL
¿Cómo va el proceso de regionalización de EXOR?
A Centroamérica el COVID-19 le ha pegado muy duro. El PIB de la región en 2020 cayó cerca de un 9%. Se necesita recuperar muchos millones y ejecutar proyectos de infraestructura que debieron pausarse por la crisis.
Los gobiernos requieren cubrir brechas fiscales millonarias y seguir las obras pospuestas por la pandemia. Es una región que necesita mucho dinero para estabilizarse, para crecer y para recuperar el empleo.
Todos los países, en mayor o menor medida, deberán tomar deuda, y creemos que podemos ser actores eficientes para ello. Vemos una región muy activa, es un año de cambios, con elecciones en muchos países y no hay tanta homogeneidad.
Cuando vemos las calificaciones de los diferentes países, su relación deuda/PIB, las monedas frente al dólar, hay demasiadas diferencias que requieren que para cada caso “se haga un traje a la medida”, lo cual también es una ventaja, pues se consideran las condiciones y características de cada país, y en eso, somos muy buenos y con ventajas competitivas.
¿Qué productos o servicios ya están implementando en Centroamérica, y lo que aún no se aprovecha?
Creemos que hay mucho potencial en los bonos verdes y los bonos azules. Centroamérica es un sub continente azul y verde y tiene una ventaja sobre el resto en esos puntos.
Tenemos en marcha proyectos muy grandes y ambiciosos en al área energética, en el agua, en la parte vial y por supuesto en todo lo que es la fiscalidad de la región.
¿Estos “trajes a la medida” a los que usted se refiere son aplicables a todo, por ejemplo, cómo buscar financiamiento para proyectos sociales?
Sí, nosotros hemos hecho la financiación llave en mano de hospitales de alta complejidad en Sudamérica, estos fueron previos al COVID-19 y tenemos la experiencia de haber hecho este tipo de operaciones.
Tenemos un equipo que trabaja específicamente en nuestras oficinas en Europa en los proyectos relacionados a la salud, es bastante interesante porque te permite no solo tener el hospital, sino también el stock de medicamentos y la renovación constante por cierto periodo de tiempo de esos medicamentos.
Creo que es una opción que va a empezar a tener efecto en la región, dada la carencia de infraestructura hospitalaria y la precariedad del sistema sanitario en la mayoría de los países, que fue desnudada por la pandemia.
No hemos iniciado todavía este producto en la región centroamericana, ni en la caribeña, pero, creo que, junto a los bonos verdes y azules, será de nuestra líneas de producto de mayor demanda.
¿Qué cambios recomienda para mejorar el acceso de la región a capitales?
Así como hay países muy conocidos en los mercados, hay otros que son completamente ignotos. Primero es hacer ver los potenciales, que no ha sido una tarea que muchos países han tomado. Hacer ver el potencial de las infraestructuras, los negocios, las regulaciones que un país ofrece a los inversores, es el primer paso que muchos países deberían dar.
Hay países que son ejemplo, como Panamá, que en verdad tiene ventajas competitivas grandes, iniciando por su grado de inversión que le permite financiarse en grande y a tasas bajas. Hay que tomar los buenos ejemplos y hacerlos ver, tener un roadshow constante con el mercado, con inversionistas, ayuda mucho porque te permite presentar lo que querés hacer y cómo lo querés hacer. El potencial en los acuerdos App.
¿Qué potencial ve en aprovechar figuras como los asocios público-privados?
El asocio público-privado tiene demasiada jurisprudencia positiva como para poder implementarse, hay países que han sido pioneros en este tipo de operaciones, que permiten generar infraestructura al país sin tener que tomar deuda, siempre y cuando esté estructurado de una forma que permita que las garantías que ponga el estado sean acordes a las inversiones que va a recibir el país.
Vemos mucho potencial y la clave en los App son las leyes y los tiempos de las leyes que los hagan viables, sobre todo que los inversores no se sientan desmotivados por la burocracia.