Canadá redujo su déficit comercial en julio, impulsado por un repunte en las exportaciones de crudo y vehículos hacia Estados Unidos, su principal socio comercial. Según datos de Statistics Canada, el déficit de bienes se ubicó en $3,570 millones, una mejora frente a los $4,330 millones registrados en junio, aunque todavía muy por encima del mismo periodo en 2024.
Las exportaciones totales aumentaron 0.9% hasta alcanzar $61,860 millones canadienses, mientras que las importaciones retrocedieron 0.7% a $66,800 millones. La mejora se explica principalmente por un incremento del 4.2% en los envíos de productos energéticos y un aumento del 6.6% en las exportaciones de vehículos y autopartes. En contraste, sectores como el aluminio y el acero siguen golpeados por aranceles del 50%, con caídas superiores al 25% en lo que va del año.
El intercambio con Estados Unidos volvió a ser determinante: el 73% de las exportaciones en julio tuvieron como destino ese país, una cifra superior al 68% reportado en mayo. Gracias a este dinamismo, el superávit comercial bilateral con EE.UU. se disparó más del 80%, alcanzando su mayor nivel desde marzo.
Sin embargo, analistas advierten que la recuperación aún es frágil. Ross Prusakowski, economista jefe adjunto de EDC, señaló que el rebote responde más a un efecto base, tras caídas previas, que a una tendencia estructural. Las exportaciones a EE.UU. siguen 2.9% por debajo del acumulado en 2024, mientras que las exportaciones al resto del mundo crecieron 14%.
El escenario comercial se da en un contexto de desaceleración económica. El PIB de Canadá cayó 1.6% en el trimestre reciente, y los mercados descuentan una probabilidad cercana al 70% de que el Banco de Canadá recorte su tasa de interés en septiembre.
Desde EXOR, analizamos cómo estas variaciones en los flujos comerciales, combinadas con la política monetaria y la volatilidad arancelaria, están redefiniendo las condiciones de inversión y competitividad en América del Norte. El equilibrio fiscal, la resiliencia exportadora y la relación con EE.UU. serán clave en el próximo ciclo económico canadiense.