Exor - Latam Centroamérica
10 de Octubre, 2024
Redacción EXOR
La prima a plazo de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años, que mide la compensación exigida por los inversores para mantener deuda a largo plazo, volvió a territorio positivo esta semana. Este cambio se da en un contexto de resiliencia económica y de incertidumbre electoral, lo que ha influido en los bonos de largo plazo.
La prima a plazo ha estado deprimida durante la última década debido a las bajas tasas de interés tras la crisis financiera de 2007-2009 y la pandemia de COVID-19. Sin embargo, en los últimos años ha subido gradualmente, impulsada por preocupaciones fiscales a largo plazo y expectativas de que la inflación se mantenga elevada.
El lunes, la prima a plazo de 10 años, medida por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, volvió a ser positiva por primera vez desde el 25 de julio, situándose en 0.034%, frente a -0.047% el viernes anterior, según los datos publicados el miércoles.
El aumento de los rendimientos del Tesoro, impulsado por sólidos datos de empleo, ha llevado a los inversores a reconsiderar la magnitud de los futuros recortes de tasas por parte de la Reserva Federal. Los rendimientos del bono a 10 años, que habían alcanzado un mínimo en septiembre, superaron el 4% esta semana, su nivel más alto desde finales de julio.
Matthew Miskin, co-director de estrategia de inversión en John Hancock Investment Management, señaló que este aumento podría reflejar las expectativas del mercado sobre mayores déficits gubernamentales bajo una posible presidencia de Donald Trump, si gana las elecciones del 5 de noviembre frente a Kamala Harris.
Una encuesta de Reuters/Ipsos mostró que Harris lidera a Trump por un margen de 46% a 43%, una diferencia menor que la registrada en septiembre.
PIMCO, gestor de activos de renta fija, había anticipado un aumento en las primas a plazo debido a la inflación persistente y los crecientes déficits fiscales. En su informe del miércoles, PIMCO destacó que estos factores, junto con políticas comerciales inflacionarias tras las elecciones, podrían seguir afectando a los bonos del Tesoro a largo plazo, pese a la expectativa de tasas más bajas a corto plazo.
Las expectativas de inflación para los próximos 10 años, medida por la diferencia entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años y los bonos protegidos contra la inflación, alcanzaron un 2.284%, su nivel más alto desde el 22 de julio.
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