El mercado inmobiliario de los Estados Unidos está al borde del colapso. Los precios de la vivienda norteamericana son en estos momentos los más altos de la historia y en muchos lugares es imposible encontrar inmuebles en venta. La escasez de la oferta se une además al aumento de los costes de la hipoteca americana. Los intereses de los préstamos han alcanzado el 5 % por primera vez desde el año 2011.

Todo ello ha hecho caer la compraventa en estos meses. Según los últimos datos disponibles, las ventas de viviendas cayeron un 7.2 % en febrero respecto al mes anterior a una tasa anual ajustada estacionalmente de 6.02 millones, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Las ventas de febrero cayeron un 2.4 % respecto al año anterior.

La demanda de viviendas supera al número de inmuebles disponibles para la venta. En este mercado actual, los vendedores potenciales son reacios a vender y optan por no anunciar sus casas, manteniendo el inventario de casas en el mercado cerca de un mínimo histórico. El precio medio de las viviendas existentes en el mercado aumentó un 15 % en febrero con respecto al año anterior hasta los US$357,300. (El Economista)