El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento del 4.5% para 2025, impulsado principalmente por sectores no mineros y por la progresiva reactivación de la economía nacional.

El cierre de la mina, operada por First Quantum Minerals, representó un fuerte golpe para el país. Considerada una de las mayores minas de cobre a cielo abierto del mundo, su clausura en 2023, tras protestas por temas ambientales y fiscales, redujo la producción, desaceleró el crecimiento económico y afectó directamente la generación de divisas. En 2024, la economía panameña creció apenas un 2.9%, muy por debajo del 7.4% registrado en 2023.

Según el FMI, el crecimiento proyectado no será un fenómeno aislado. Se espera que Panamá mantenga una expansión económica de 4.0% anual en promedio hasta 2030, en la medida en que otros sectores, como logística, servicios y construcción, tomen protagonismo.

El informe también destaca la importancia de un plan de ajuste fiscal recientemente aprobado por el gabinete panameño. Si se implementa por completo, este plan permitiría al país cumplir con sus metas fiscales para 2025, un paso clave para mantener la confianza de los inversionistas y preservar su grado de inversión.

No obstante, el organismo multilateral advierte sobre “riesgos a la baja significativos y un alto grado de incertidumbre” que podrían afectar el desempeño económico, como factores externos, tensiones sociales y el cumplimiento efectivo del plan fiscal.

Desde EXOR, monitoreamos de cerca la evolución macroeconómica de Panamá y su transición hacia una economía más diversificada y resiliente. Este contexto representa oportunidades estratégicas en inversión estructurada, infraestructura sostenible y financiamiento soberano, tanto para el país como para sus socios regionales.