Redacción EXOR

Morgan Stanley se ha sumado a los bancos de Wall Street que se muestran optimistas con los bonos locales de mercados emergentes, aunque sus estrategas se mantienen cautelosos con las divisas de las economías en desarrollo ante la fortaleza esperada del dólar.

"Mejoramos nuestra postura en bonos de moneda local de mercados emergentes a alcista, después de haber mantenido una postura neutral durante gran parte del año", afirmó el estratega de Morgan Stanley, James Lord, en una nota a los clientes con fecha del viernes. "Los recortes de tasas en mercados emergentes están en camino, antes que los de la Reserva Federal", agregó Lord en la nota de perspectivas de mitad de año de los mercados emergentes del banco, titulada "todo cuesta abajo desde aquí" y distribuida el lunes.

Según Lord, la combinación de precio, rendimiento y tipos de cambio deja los retornos totales para los bonos de moneda local en mercados emergentes en alrededor del 2% al final del año, mientras que los bonos en moneda extranjera podrían llegar al 4.5%. Sin embargo, las divisas podrían acumular una pérdida de alrededor del 2% en el índice de retorno total.

"Aunque las ganancias por intereses y precios de los bonos han beneficiado a los inversionistas este año, las divisas no lo han hecho". Otros bancos de Wall Street también se han mostrado optimistas. En una nota publicada el viernes, JPMorgan elevó su recomendación de bonos locales de mercados emergentes de "ponderación de mercado" a "sobrepeso".

"Preferimos los bonos locales de mercados emergentes en lugar de los bonos en moneda extranjera para el segundo semestre de 2023", escribió Luis Oganes, jefe de investigación macro global de JPMorgan, en una nota a los clientes.

"Tenemos sobrepeso en todas las regiones y se espera que la duración larga siga funcionando a medida que se acerca el inicio de los ciclos de recorte en los mercados emergentes", agregó Oganes, señalando que el banco mantiene una ponderación de mercado en general para las divisas de los mercados emergentes.

Los bancos centrales de los mercados emergentes se adelantaron a los principales pares, como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, al elevar rápidamente las tasas de interés en 2021.

En las últimas semanas, han surgido los primeros indicios de un cambio en el ciclo de los mercados emergentes, con Hungría convirtiéndose en el primer banco central europeo en relajar su política después de que Uruguay se convirtiera en el primero en recortar en América Latina.