Redacción EXOR

En medio de un panorama financiero lleno de retos, la agencia de calificación Moody's ha lanzado un pronunciamiento que proyecta estabilidad en el sector bancario de Estados Unidos, aún después de haber degradado las calificaciones de algunos prestamistas de menor envergadura. Sin embargo, la advertencia no se detiene ahí, ya que Moody's ha planteado la posibilidad de reducir las calificaciones de entidades bancarias más grandes, en medio de la creciente presión sobre las ganancias.

Ana Arsov, directora ejecutiva de instituciones financieras en Moody's, enfatizó que esta evaluación no pretende señalar una crisis en el sistema bancario, sino más bien reconocer los desafíos que se avecinan. "Estamos identificando ciertos vientos en contra, no estamos afirmando que el sistema bancario esté fracturado", aclaró Arsov en una entrevista con Reuters. La persistente subida de las tasas de interés, los crecientes costos de financiamiento y la sombra inminente de una recesión que presionará las ganancias, se alzan como los principales obstáculos que los bancos deberán enfrentar en los próximos tiempos.

No obstante, Arsov recalca que a pesar de las recalificaciones, el sistema bancario estadounidense mantiene su posición en el escalafón global de solidez. "Este es primordialmente un relato sobre rentabilidad. No estamos levantando preocupaciones sustanciales sobre una grave falta de capitalización o financiamiento", subrayó. Aunque el lunes pasado, la acción de Moody's respecto a 27 prestamistas provocó un declive del 1% en el índice S&P de acciones bancarias, esta medida se ha tomado con miras a una evaluación más minuciosa de las calificaciones o perspectivas negativas de algunos bancos.