Redacción EXOR

El gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, ha anunciado una devaluación sustancial de su moneda nacional, el peso argentino. Según el ministro de Economía, Luis Caputo, el peso se devaluará más de un 50%, estableciendo la tasa de cambio en 800 pesos por dólar. Esta decisión, comunicada en una transmisión nacional, es una estrategia para abordar el déficit fiscal, que el gobierno considera un factor clave detrás de la alta inflación y el riesgo de hiperinflación en el país.

El ministro Caputo, en su discurso, explicó que la devaluación busca "sincerar el tipo de cambio oficial" y proporcionar incentivos adecuados para los sectores productivos a fin de aumentar su producción. La medida se toma en un contexto donde Argentina ya enfrenta una inflación anual que supera el 100 %, y el gobierno de Milei ha advertido sobre el deterioro continuo de la situación económica si no se implementan reformas inmediatas.

Además, Caputo anunció que esta devaluación forma parte de un conjunto más amplio de políticas económicas impulsadas por Milei, que incluyen la reducción del tamaño del Estado, la cancelación de obras públicas pendientes y la promoción de contratos para el sector privado. Reconoció que estas medidas podrían resultar en un aumento temporal de la inflación, pero enfatizó la necesidad de enfrentar la realidad económica del país.

El plan también contempla un aumento provisional en el "impuesto país" aplicado a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias. Según el ministro, este paso beneficiará a los exportadores argentinos al ofrecerles un precio más competitivo y buscará distribuir de manera más equitativa la carga fiscal entre todos los sectores económicos.