Exor - Latam Centroamérica
10 de Septiembre, 2024
Redacción EXOR
Tras un periodo de elevadas presiones inflacionarias en Estados Unidos, los mercados financieros comienzan a considerar que la inflación podría estar por debajo del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal (Fed). Aunque el retorno a este nivel inflacionario está resultando difícil, algunos indicadores sugieren que el riesgo para los mercados y las políticas económicas podría estar cambiando, no hacia una inflación más alta, sino hacia una notable reducción de las presiones de precios.
Los indicadores de inflación a corto plazo muestran una caída en las métricas promedio, los precios de las materias primas están disminuyendo, el mercado laboral presenta signos de debilidad y el crecimiento salarial se está moderando. Todos estos factores apuntan hacia un proceso de desinflación. El informe de empleo de agosto registró un crecimiento de nóminas menor al esperado, un aumento en los salarios y una disminución en la tasa de desempleo, reforzando las expectativas de desinflación.
La reacción de los mercados financieros fue notable: los rendimientos de los bonos cayeron, la curva de rendimiento se empinó y los precios del petróleo bajaron. En un momento, los mercados de futuros de tasas indicaban la posibilidad de que la Fed recorte las tasas de interés en 50 puntos básicos este mes y hasta 250 puntos básicos para finales del próximo año, reflejando las expectativas de fuerzas desinflacionarias.
Este patrón se ha observado antes. Desde que Alan Greenspan asumió la presidencia de la Fed en 1987, la institución ha llevado a cabo ciclos de flexibilización de tasas de 250 puntos básicos o más en cuatro ocasiones, cada uno asociado con una disminución rápida de la inflación, y en tres de estos casos la inflación terminó por debajo del objetivo del 2%.
En el contexto global, las presiones desinflacionarias han aumentado en regiones como la zona euro y en mercados emergentes clave, como India e Indonesia, mientras que China enfrenta problemas de deflación.
Los futuros del crudo han cerrado en su nivel más bajo desde diciembre de 2021, con una caída del 25% en comparación con el año anterior. Esta reducción de los precios del petróleo, junto con la caída de casi un 15% en los futuros de la gasolina en Estados Unidos en la última semana, influirá en la disminución de las presiones inflacionarias. Aunque el impacto de los precios del petróleo en la inflación de Estados Unidos es menor que en décadas anteriores, debido a cambios en la estructura económica y al hecho de que el país es ahora un exportador neto de petróleo, estos movimientos en los precios siguen siendo relevantes.
En cuanto a los precios de la vivienda, la inflación del sector sigue en un 5%, lo que podría mantener las expectativas inflacionarias de los consumidores por encima del 2%. No obstante, la mayoría de las tendencias actuales indican que el riesgo se está desplazando de la inflación hacia el crecimiento.
James Knightley, economista jefe internacional de ING, señala que, si el escenario es de "aterrizaje suave", el retorno al 2% de inflación será gradual. Si se presenta un escenario más adverso, el riesgo de que la inflación caiga por debajo del 2% será considerable.
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