Redacción EXOR

La tasa de inflación anual de Argentina superó el 114% en mayo, pero en una noticia alentadora para el agobiado país sudamericano, el incremento mensual se situó muy por debajo de las previsiones de los analistas y mostró una sorprendente desaceleración en comparación con el pico del mes anterior.

El índice de precios al consumidor (IPC) registró un aumento mensual del 7.8%, informó el miércoles la agencia de estadísticas del país, muy por debajo de las estimaciones de los analistas que esperaban un aumento del 8.9% y por debajo del 8.4% registrado en abril, el mayor incremento mensual en décadas. La inflación anual, en su nivel más alto desde 1991, también se ubicó por debajo de la encuesta de analistas de Reuters que preveía un aumento del 116.1%. A pesar de esto, sigue siendo una de las tasas de inflación más altas del mundo y se encuentra muy por encima de los países vecinos.

Argentina ha luchado durante mucho tiempo contra la alta inflación, la debilidad de la moneda y la deuda, pero los altos precios globales vinculados a la guerra en Ucrania y una histórica sequía han dificultado la capacidad del gobierno para controlar los precios y estabilizar la economía. Los precios en rápido aumento han erosionado el poder adquisitivo y los ahorros, han afectado la popularidad del gobierno peronista antes de las elecciones generales en octubre y han dejado a aproximadamente cuatro de cada diez personas en el país en situación de pobreza. El banco central de Argentina se ha visto obligado a elevar la tasa de interés de referencia al 97% en un intento por frenar la inflación y proteger la moneda peso, mientras que la inflación sigue siendo alta incluso cuando Brasil, México y Chile han experimentado una desaceleración de los precios.