Redacción EXOR

El debate sobre si las tasas de interés actuales en Estados Unidos son suficientes para combatir la inflación ha cobrado mayor intensidad entre los funcionarios de la Reserva Federal esta semana. El interés en este tema podría aumentar tras un reciente informe que indica un ascenso en las expectativas de inflación de los consumidores.

Durante una conferencia en la Asociación de Banqueros de Louisiana en Nueva Orleans, Lorie Logan, presidenta de la Reserva Federal de Dallas, expresó su preocupación sobre varios riesgos significativos que podrían impulsar aún más la inflación. Logan resaltó la incertidumbre sobre la capacidad de las políticas actuales para controlar eficazmente la inflación y mencionó que considera prematuro pensar en reducir las tasas de interés. “Necesitamos resolver ciertas incertidumbres sobre nuestra estrategia actual y mantener una postura muy flexible”, dijo Logan. Aunque no mencionó directamente la posibilidad de aumentar la tasa de política monetaria, que actualmente se encuentra en el rango del 5.25%-5.50%, sus comentarios sugieren una actitud cautelosa.

Por otro lado, Neel Kashkari, presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, adoptó una postura de observación en una entrevista con CNBC, indicando que la Fed puede mantener las tasas como están "todo el tiempo que sea necesario" para asegurar una disminución de la inflación. Kashkari agregó que sería necesaria una justificación "alta" para decidir un aumento en las tasas, y reiteró la postura de varios funcionarios de la Fed, incluido Jerome Powell, de que probablemente no sean necesarios más aumentos.

Raphael Bostic, presidente de la Reserva Federal de Atlanta, en una entrevista con Reuters, compartió una visión ligeramente más optimista, sugiriendo que la inflación podría comenzar a disminuir bajo la política monetaria vigente, posibilitando una reducción de tasas hacia finales de 2024. Sin embargo, Bostic reconoció que “tomará tiempo” confirmar que la inflación está en camino a reducirse de manera sostenida.

Este panorama cauteloso se ve respaldado por datos recientes que muestran un estancamiento en la mejora de la inflación durante los últimos tres meses. Un impulso preocupante se evidenció el viernes cuando la encuesta de la Universidad de Michigan reveló que las expectativas de inflación para el próximo año aumentaron del 3.2% al 3.5% en mayo, el nivel más alto desde noviembre. Este incremento, aunque leve, si se sostiene, podría cuestionar la suposición de la Fed de que las expectativas de inflación están "ancladas", y fortalecería los argumentos de que las tasas actuales podrían no ser adecuadas para contener la inflación a largo plazo.

Las expectativas de inflación "ancladas" son vistas por los funcionarios de la Fed como una señal crucial de la credibilidad del banco central y una herramienta esencial para regresar la inflación al objetivo del 2%.