Redacción EXOR 

La economía brasileña creció un 1.4 % en el segundo trimestre de 2024 en comparación con el primero, superando la previsión del 1.0 % de los analistas, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Este crecimiento fue impulsado por el aumento del consumo de las familias (+1.3 %) y del gasto gubernamental (+1.3 %), además de un desempeño positivo en los sectores de servicios (+1.0 %) e industria (+1.8 %). 

Por otro lado, el sector agropecuario mostró una contracción del 2.3 %. En términos anuales, el PIB brasileño creció un 2.5 % en los últimos doce meses hasta junio, y acumuló un crecimiento del 2.9 % en el primer semestre del año. Estas cifras están en línea con las proyecciones del gobierno y los economistas para 2024, que estiman un crecimiento en torno al 2.5 %. 

El crecimiento económico se ha visto favorecido por una caída del desempleo al 6.8 %, su nivel más bajo en una década, así como por el aumento del crédito y los subsidios gubernamentales. Sin embargo, este aumento en la demanda interna ha superado la capacidad productiva del país, lo que ha provocado un incremento en las importaciones (+7.6 %) y podría generar presiones inflacionarias. Ante este panorama, el Banco Central ha señalado su preocupación por el impacto de estos factores en la inflación y el déficit fiscal, y no descarta un posible aumento de los tipos de interés para contrarrestar estos riesgos.