Redacción EXOR

La reciente fortaleza de la economía de Estados Unidos y las declaraciones de los funcionarios de la Reserva Federal están provocando un cambio en las expectativas de los inversores acerca del ritmo de los futuros recortes de tasas. Este ajuste en la percepción está repercutiendo en los mercados de bonos del Tesoro y en el sector de divisas, a pesar de que el mercado de acciones, incluyendo el S&P 500, se mantiene cerca de niveles récord.

Durante los últimos meses de 2023, las expectativas de una relajación en la política monetaria de la Fed para 2024, tras un período intensivo de incrementos de tasas, impulsaron un repunte en los mercados de acciones y bonos. Esto contribuyó a un ascenso superior al 24% en el índice S&P 500. Sin embargo, ahora algunos inversores están revaluando sus pronósticos sobre el inicio y la velocidad de los posibles recortes en las tasas de interés por parte de la Fed. Mientras tanto, el S&P 500 ha registrado un nuevo máximo histórico este mes, pero los bonos del Tesoro y el dólar estadounidense han experimentado movimientos mixtos en respuesta a estas nuevas expectativas.

Las declaraciones que se esperan de la próxima reunión de política monetaria de la Fed, programada para el 30 y 31 de enero, podrían ofrecer mayor claridad sobre la visión del banco central acerca de la solidez económica reciente y sus planes para los recortes de tasas. "Al final de 2023, los mercados parecían ver la política de la Fed con un optimismo excesivo", comentó Helen Given, operadora de FX en Monex USA. "Ahora, con el inicio del nuevo año, hemos visto un cambio en las expectativas de precios".

Aunque en diciembre se anticipaba una postura más dovish de la Fed, recientes comentarios de varios de sus funcionarios sugieren una resistencia a la idea de que un alivio monetario es inminente. Estos funcionarios han indicado que requieren evidencia adicional de que la inflación se estabilizará en el objetivo del 2% del banco central antes de comprometerse con recortes en las tasas de interés. La robustez de ciertos sectores de la economía estadounidense respalda esta postura más cautelosa.