Redacción EXOR

Los inversores de bonos estadounidenses están preparándose para un recorte de tasas de interés de 25 puntos base por parte de la Reserva Federal esta semana, aunque anticipan una posible desaceleración en el ciclo de recortes durante 2025 debido a los riesgos inflacionarios asociados a la nueva administración de Donald Trump.

La fortaleza del dólar y los elevados rendimientos de los bonos del Tesoro están generando ajustes en las posiciones de los inversores, quienes prefieren ahora notas a corto y mediano plazo, entre dos y cinco años, en lugar de bonos de largo plazo. Esta decisión responde a la persistencia de la inflación y la posibilidad de que se mantenga por encima de lo previsto en los próximos años.

El mercado prevé que la Reserva Federal recorte las tasas de interés a un rango objetivo de 4.25%-4.50% al finalizar la reunión del 17 y 18 de diciembre. Sin embargo, persisten las dudas sobre la política monetaria en 2025. Algunas estimaciones, como las de BNP Paribas, indican que la Fed podría mantener las tasas estables durante todo el próximo año y reanudar los recortes recién en 2026.

La reciente resiliencia de la economía estadounidense y los datos de inflación subyacente en noviembre, que mostraron un aumento del 0.3% por cuarto mes consecutivo, sugieren un progreso estancado en el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.

Los inversores también monitorean el impacto de las propuestas económicas de Trump, que incluyen recortes de impuestos y tarifas sobre productos importados. Estas medidas podrían ampliar el déficit fiscal y aumentar los rendimientos de los bonos a largo plazo, generando un escenario de inflación persistente.

Datos recientes de la Commodity Futures Trading Commission muestran un aumento de las posiciones cortas en bonos a largo plazo, reflejando las preocupaciones del mercado. Al mismo tiempo, las proyecciones económicas de la Fed, conocidas como "dot plot", serán claves para anticipar la magnitud de los próximos recortes en 2025.

Según estimaciones de BNP Paribas, la inflación en Estados Unidos podría alcanzar un 2.9% a finales de 2025 y 3.9% en 2026, impulsada en parte por el efecto de las tarifas. Esto limitaría el margen de acción de la Fed para aplicar una política monetaria más expansiva.

En este entorno, los inversores continúan evitando activos de largo plazo y permanecen atentos a las señales de inflación y a las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.