Exor - Latam Centroamérica
22 de Mayo, 2024
Redacción EXOR
A medida que México se prepara para elegir a su próximo presidente el 2 de junio, la agencia Fitch Ratings ha señalado tres principales riesgos que podrían afectar la calificación crediticia soberana del país. En una entrevista con Reuters, la agencia destacó que el aumento de los déficits fiscales y la consecuente acumulación de deuda pública son las principales preocupaciones.
Durante los primeros cinco años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se mantuvieron en orden las finanzas públicas de México a través de políticas de austeridad presupuestaria, incluso en momentos críticos como los picos de la pandemia. Sin embargo, se proyecta que el déficit fiscal de México aumentará a un 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024, su último año en el cargo, impulsado por la finalización de grandes proyectos de infraestructura. Este aumento representa una subida considerable desde los déficits del 4.3% del PIB registrados en 2023 y 2022.
Carlos Morales, director de deuda soberana de Fitch Ratings, advirtió: “Si los déficits fiscales se mantienen consistentes con un aumento acelerado de la deuda pública, eso podría afectar negativamente la calificación soberana de México. Es un déficit bastante alto que podría conllevar riesgos de largo plazo. Si esto continúa en los próximos años, durante la próxima administración, eso definitivamente sería un crédito negativo”.
Morales también indicó que, aunque se espera que los mayores déficits fiscales sean transitorios al concluir los proyectos de infraestructura, existen otros dos riesgos significativos: políticas que podrían perjudicar el crecimiento económico y un posible deterioro de la gobernabilidad y el Estado de derecho. No obstante, mejoras en estas áreas serían positivas para la calificación crediticia.
Otro desafío importante para el futuro gobierno será manejar la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex), la compañía energética más endeudada del mundo, que ha sido una constante preocupación para las finanzas públicas. “La deuda de Pemex se ha estabilizado, pero ha sido en detrimento de las cuentas fiscales del gobierno federal. Nuestra expectativa es que el apoyo del gobierno continúe en la próxima administración, independientemente de quién gane las elecciones”, añadió Morales.
En diciembre, Fitch mantuvo la calificación soberana de México en “BBB-” con un panorama “estable”, reflejando una visión cautelosamente optimista de la capacidad del país para manejar sus desafíos fiscales y económicos en el futuro cercano.
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