Redacción EXOR

La vertiginosa caída del atribulado peso argentino no da muestras de detenerse, con la moneda local superando la barrera psicológica de los 1,000 pesos por dólar estadounidense, a menos de dos semanas de una elección presidencial crucial.

El peso se debilitó hasta alcanzar un mínimo histórico de 1,050 pesos por dólar en el mercado paralelo informal el martes, según reportaron los operadores. Esto representa una alarmante brecha del 200% en comparación con el valor de la tasa de cambio oficial, que se mantiene en 350 pesos por billete verde. La moneda luego logró recuperarse ligeramente antes de cerrar a 1,010 por dólar. La fuerte demanda de moneda extranjera llevó al banco central a vender alrededor de 220 millones de dólares en reservas, en la que fue su mayor intervención desde finales de agosto.

El 22 de octubre, los votantes argentinos se dirigirán a las urnas para elegir entre tres principales contendientes para suceder al presidente saliente de izquierda, Alberto Fernández. El libertario radical Javier Milei es visto como el favorito debido a su sorprendente primer lugar en las elecciones primarias de agosto. Milei, quien busca cerrar el banco central y dolarizar la economía para frenar la inflación de tres dígitos, recomendó recientemente a los depositantes evitar la renovación de sus tenencias en pesos en los bancos, argumentando que el peso ni siquiera sirve como "excremento".