Redacción EXOR

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el Congreso controlado por los republicanos planean implementar amplios recortes de impuestos y reformas al comercio global. Sin embargo, el mercado de bonos del Tesoro ha mostrado señales de alerta ante el crecimiento de la deuda pública, lo que podría incidir en el alcance de estas propuestas.

Actualmente, la deuda del Tesoro de Estados Unidos asciende a US$28 billones, con un crecimiento anual de US$2 billones. Los planes fiscales de Trump, que incluyen extender y ampliar los recortes impositivos de 2017, podrían incrementar la deuda en aproximadamente US$8 billones en la próxima década, según estimaciones del Comité para un Presupuesto Federal Responsable.

Evolución del mercado de bonos

Los inversores han reaccionado a las propuestas fiscales y comerciales de Trump con un aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo. El rendimiento de las notas a 10 años se ha elevado a 4.3%, lo que incrementa los costos de financiamiento para el gobierno federal y para los consumidores, afectando tasas de hipotecas y préstamos.

El servicio de la deuda pública alcanzó un costo récord de US$1 billón en el año fiscal 2023, siendo el segundo mayor gasto federal después de la Seguridad Social.

Implicaciones para el Congreso y la administración

El Congreso deberá equilibrar los recortes fiscales propuestos con reducciones en el gasto público para evitar aumentos significativos en los déficits. El próximo secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha señalado que los recortes fiscales están diseñados para estimular el crecimiento económico, lo que incrementaría los ingresos fiscales y ayudaría a estabilizar los mercados.

Sin embargo, análisis de economistas sugieren que el crecimiento derivado de estas medidas compensaría solo entre el 1% y el 14% de los ingresos perdidos, dejando una brecha fiscal considerable que requerirá financiamiento adicional.

Perspectivas y decisiones futuras

Los legisladores republicanos planean utilizar procedimientos presupuestarios que permitan aprobar las propuestas fiscales con una mayoría simple en el Senado, evitando los requisitos habituales de 60 votos. Estas decisiones están siendo evaluadas por los mercados, que han mostrado preocupación por el posible aumento de la deuda y sus implicaciones económicas.

El impacto de estas propuestas dependerá en gran medida de cómo el Congreso y la administración ajusten sus planes en respuesta a las condiciones del mercado y las recomendaciones de expertos en política económica.