Redacción EXOR

El Banco Central Europeo (BCE) destacó la necesidad de implementar un euro digital para contrarrestar la reciente estrategia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de promover stablecoins, criptomonedas vinculadas al dólar. Según Piero Cipollone, miembro de la junta del BCE, este movimiento podría fortalecer la posición del dólar y desviar aún más clientes de los bancos europeos.

Trump anunció el jueves una orden ejecutiva para "promover el desarrollo y crecimiento de stablecoins legales y legítimas respaldadas por el dólar a nivel mundial," como parte de una estrategia más amplia para impulsar las criptomonedas. Cipollone, durante una conferencia en Frankfurt, señaló que esta medida refuerza la urgencia de lanzar un euro digital para evitar la pérdida de clientes y comisiones por parte de los bancos europeos.

"El término clave aquí es 'a nivel mundial'," afirmó Cipollone. "Esta solución desintermedia aún más a los bancos, ya que pierden ingresos y clientes. Por eso necesitamos un euro digital."

Un euro digital funcionaría como una billetera en línea garantizada por el BCE, pero operada por empresas como los bancos. Ofrecería la posibilidad de realizar pagos incluso a personas sin cuenta bancaria, aunque con límites en los montos y sin remuneración para los titulares. Sin embargo, los bancos han expresado su preocupación de que esta iniciativa pueda incentivar a los clientes a transferir sus depósitos a las billeteras digitales garantizadas por el BCE, reduciendo su liquidez.

El BCE está actualmente probando cómo funcionaría un euro digital, pero su lanzamiento definitivo dependerá de la aprobación de una legislación específica por parte de los legisladores europeos.

Mientras tanto, Trump también prohibió a la Reserva Federal emitir su propia moneda digital del banco central (CBDC), lo que marca un contraste con la tendencia global. Países como Nigeria, Jamaica y Bahamas ya han lanzado sus monedas digitales, mientras que otras 44 naciones, incluyendo Rusia, China, Australia y Brasil, están llevando a cabo programas piloto, según el Atlantic Council.

El desarrollo de un euro digital podría posicionar a Europa en el escenario competitivo de las monedas digitales, fortaleciendo la soberanía económica de la región frente a la creciente influencia del dólar en el ecosistema financiero global.