Redacción EXOR

El CEO del Bank of Nova Scotia, Scott Thomson, se preparaba este miércoles para su primer encuentro con los accionistas desde su nombramiento en febrero. La reunión se perfila como un momento decisivo, donde se esperan detalladas estrategias para revitalizar las operaciones del banco en América Latina y ampliar las ganancias en el mercado canadiense.

Thomson, un ex miembro de la junta directiva de Scotiabank y ahora uno de los pocos ejecutivos con experiencia fuera del sector bancario al frente de uno de los cinco principales bancos de Canadá, ha enfrentado ya varios retos significativos en su breve periodo al mando. Entre ellos, destacan la implementación de una de las reducciones de personal más extensas del sector bancario canadiense este año, una medida vista como un esfuerzo por adaptarse a un entorno económico complicado.

El rendimiento financiero de Scotiabank ha mostrado claros signos de presión: un descenso del 21.5% en el ingreso neto para el año fiscal 2023 y un aumento en las provisiones para deudas incobrables, que superaron los C$3.42 mil millones (unos US$2.52 mil millones). Estos desafíos se reflejan también en el mercado bursátil, donde las acciones del banco han disminuido casi un 10% en valor este año, situando a Scotiabank como el de menor rendimiento entre los seis grandes bancos de Canadá.

Chris King, gerente de cartera en Morgan Meighen & Associates y accionista de Scotiabank, expresó su disposición a evaluar las próximas acciones del CEO: "Estamos dispuestos a ver cómo Scott Thomson planea reinventar el banco".