Redacción EXOR

El Gobierno de Brasil se prepara para lanzar un conjunto de medidas destinadas a facilitar las inversiones extranjeras en proyectos de desarrollo sostenible, mitigando los riesgos cambiarios y fiscales para el Tesoro. Según fuentes anónimas cercanas al plan, el anuncio oficial se realizará el próximo lunes.

El núcleo de la iniciativa comprende la creación de un nuevo canal para la inversión de aproximadamente US$2,000 millones en derivados de divisas, gestionados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y distribuidos dentro del país por el Banco Central de Brasil. Este esfuerzo se enmarca en un decreto que tiene como objetivo aprovechar la calificación crediticia triple A del BID para ofrecer derivados de divisas a más largo plazo y a un costo menor, incentivando así la inversión en las iniciativas "verdes" del país.

Aunque el Ministerio de Hacienda, el Banco Central y el BID han optado por no comentar al respecto, se espera que el Banco Central firme un amplio contrato de derivados con el BID para materializar el programa.

Además, el decreto permitirá al Banco Central renovar su portafolio de US$100,000 millones en swaps de divisas a plazos más largos, con el propósito de incrementar la liquidez y disminuir la volatilidad de la moneda brasileña. La autorización para la renovación de estos swaps a plazos más largos es considerada una medida "estructural" y "muy importante" para el mercado financiero, especialmente en un contexto donde la liquidez para plazos superiores a cinco años es limitada.