Redacción EXOR

El Ministerio de Hacienda de Brasil ha revisado al alza las expectativas de crecimiento económico para 2024, aunque también ha incrementado las proyecciones de inflación para los próximos dos años, destacando los efectos económicos de las recientes inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul.

La proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2024 se ha ajustado a un 2.5%, frente al 2.2% estimado anteriormente, impulsado por un sólido desempeño en sectores como las ventas minoristas y los servicios a familias, además de un incremento en la creación de empleo y en la concesión de créditos. La estimación para 2025 se mantiene en un 2.8%.

Estas cifras no incluyen todavía el impacto completo de las catastróficas inundaciones que han afectado a Rio Grande do Sul en semanas recientes, donde se reportaron 151 muertos y más de 538,000 personas desplazadas. "El verdadero impacto dependerá de futuros eventos climáticos, la extensión de estos efectos a estados vecinos y la eficacia de la ayuda fiscal y los programas de crédito en las áreas afectadas", según fuentes del ministerio.

Por otro lado, las previsiones de inflación han sido ajustadas para reflejar las consecuencias del desastre. Para este año, la inflación se estima ahora en un 3.70%, aumentando desde el 3.50% previamente proyectado. Para 2025, la inflación se espera en un 3.20%, subiendo desde el 3.10% anticipado en marzo. Estos ajustes reflejan la devaluación del real brasileño frente al dólar y el impacto de las lluvias sobre la oferta y los precios de alimentos básicos como el arroz, la carne y el pollo.

"Es probable que estos precios aumenten significativamente en los próximos dos meses, aunque esperamos que parte de este incremento se revierta una vez que se normalice la oferta", comentaron desde el ministerio. Además, se anticipa que los recortes de tasas de interés serán menos frecuentes y que la tasa de interés terminal al final del ciclo de relajación será más alta de lo previsto inicialmente.