Redacción EXOR

El mercado de bonos de alto rendimiento en Estados Unidos registra un aumento significativo en 2024, proyectando su mejor desempeño en ocho años. Según datos de Morningstar Direct, los bonos con calificación CC, dos niveles por encima del estado de incumplimiento, han reportado un retorno acumulado cercano al 48% este año, triplicando los niveles registrados en 2023, aunque aún por debajo del máximo de 83% alcanzado en 2016.

En comparación, los bonos de grado de inversión han generado retornos de entre 3% y 5% este año, mientras que otros segmentos del mercado de bonos especulativos muestran ganancias de entre 7% y 15%. Estos bonos, aunque más riesgosos, han mostrado rendimientos superiores frente a los instrumentos de menor riesgo.

El desempeño de los bonos especulativos ha sido respaldado por un incremento en la rentabilidad corporativa y una economía que, hasta ahora, ha evitado una recesión, lo que ha mantenido las tasas de incumplimiento en niveles históricamente bajos y ha favorecido tasas de recuperación sólidas. Bob Michele, jefe global de renta fija en JPMorgan Asset Management, destacó la fortaleza del mercado de deuda bancaria y los bonos de tipo AT1 como factores clave.

Los bonos AT1 (Additional Tier 1), diseñados para absorber pérdidas en caso de crisis bancaria, han mostrado resiliencia en un entorno de mayor volatilidad financiera. Su capacidad para ser convertidos en acciones o anulados en caso de deterioro del capital bancario ha proporcionado estabilidad al sector.

El índice ICE BofA de alto rendimiento, que mide el desempeño de los bonos especulativos, alcanzó un récord de 1,736 puntos esta semana y se dirige hacia un incremento del 9.7% en 2024.

A pesar de los diferenciales ajustados en los mercados de bonos corporativos, las perspectivas de la renta fija estadounidense permanecen positivas, impulsadas por expectativas de políticas procrecimiento tras la elección del presidente electo Donald Trump. Estas políticas, combinadas con un entorno económico favorable, han respaldado el apetito por activos de riesgo en los mercados financieros.