Redacción EXOR

En su última reunión del año, la Reserva Federal de Estados Unidos decidió no realizar cambios en las tasas de interés. Jerome Powell, presidente de la institución, indicó en una conferencia de prensa que el período de rigurosas políticas monetarias destinadas a controlar la inflación podría estar llegando a su fin, en vista de que la inflación ha disminuido más rápido de lo anticipado. Además, se ha comenzado a debatir la posibilidad de reducir los costos de endeudamiento en el futuro cercano.

Powell mencionó que las proyecciones económicas más recientes no incluyen aumentos en las tasas de interés. "Esto sugiere que hemos alcanzado un nivel adecuado de intervención", señaló, haciendo hincapié en que el aumento de tasas ya no es la estrategia principal en el manejo de la política monetaria.

Diane Swonk, economista principal de KPMG US, reaccionó a la noticia señalando que si los datos económicos continúan su tendencia actual, con una inflación en descenso y una economía que parece desacelerarse sin entrar en recesión, "la Reserva Federal podría comenzar a reducir las tasas más pronto de lo que se esperaba inicialmente en el año".

Este cambio en la perspectiva se evidencia en que 17 de los 19 funcionarios de política de la Reserva Federal anticipan tasas más bajas para finales de 2024, y ninguno espera un incremento. La percepción de los riesgos que enfrenta la economía también ha cambiado, acercándose a un equilibrio, un punto destacado por Powell al subrayar que el banco central ahora otorga igual importancia a sus dos mandatos: mantener la estabilidad de precios y el máximo empleo. Tras el pico de inflación del año pasado, el más alto en cuatro décadas, Powell sugiere que la Reserva Federal se está enfocando en lograr un "aterrizaje suave" para la economía, con una inflación que se acerca al objetivo del 2%, en un contexto de desaceleración económica pero sin llegar a una recesión, y manteniendo bajos los niveles de desempleo.