Redacción EXOR

Brasil, Colombia y Ecuador, en conjunto con otros países de la región amazónica, están en diálogos con bancos de desarrollo para estructurar el lanzamiento del primer "Bono Amazonia". Esta iniciativa, propuesta por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, busca recaudar miles de millones de dólares a bajo costo para proteger la selva amazónica. A pesar del impulso político, el proceso enfrenta obstáculos técnicos significativos y un escepticismo notable entre algunos de los funcionarios responsables de la gestión de la deuda, según fuentes citadas por la agencia informativa Reuters.

La creación de estos bonos, discutida durante las conversaciones para definir una "hoja de ruta", podría marcar un hito en los instrumentos financieros vinculados a la conservación ambiental. Arend Kulenkampff, director del Sustainability-linked Sovereign Debt Hub, resaltó el impacto transformador que podría tener esta operación en la financiación de proyectos sostenibles.

La Amazonía, que se extiende por más de 6 millones de kilómetros cuadrados, es fundamental para el equilibrio climático global al absorber vastas cantidades de gases de efecto invernadero. Además, es el hábitat de más del 10% de todas las especies conocidas de animales y plantas, representando la mayor densidad de biodiversidad en el planeta.

Desde el plano político, los "Bonos Amazonia" están en línea con las exigencias de los líderes de Brasil, Colombia y otros países amazónicos, quienes solicitan a las naciones más desarrolladas incrementar su aporte financiero para la protección de este bioma esencial. Un integrante de la delegación climática de Brasil indicó que potenciar el financiamiento por parte de los bancos multilaterales de desarrollo es una prioridad para la presidencia brasileña del G20 este año, especialmente de cara a las próximas cumbres climáticas de la ONU en Azerbaiyán en noviembre y en Belém en 2025.

Las negociaciones subrayan que solo las entidades de desarrollo multilateral están en posición de movilizar la financiación climática necesaria para grandes países en desarrollo como Brasil, México e India. Las "garantías de crédito", por ejemplo, podrían reducir drásticamente los costos de endeudamiento, que usualmente alcanzan cifras de dos dígitos, facilitando así la ejecución de programas ambientales críticos.