Redacción EXOR

La inflación en México experimentó un aumento inesperado durante la primera mitad de abril, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), un desarrollo que podría llevar al Banco de México a mantener estables las tasas de interés en su próxima reunión de política monetaria.

El índice de precios al consumidor subió un 0.09% en este periodo, un resultado que contrasta con la caída del 0.03% que preveían los economistas encuestados por Reuters. Este incremento elevó la tasa de inflación anual a 4.63%, superando tanto la tasa del mes anterior, que fue de 4.48%, como la expectativa de 4.48%. Este nivel está significativamente por encima del objetivo de inflación del Banco de México, fijado en 3%, con un margen de tolerancia de un punto porcentual.

Después de haber reducido su tasa de referencia en 25 puntos básicos hasta el 11% en marzo, se anticipa que el Banco de México podría mantener esta tasa por un período más prolongado de lo previsto inicialmente. La persistencia de la inflación está llevando a una política monetaria más cautelosa.

La situación se complica con los datos recientes de inflación que sugieren que un recorte de tasas en mayo parece poco probable. Este panorama es afectado también por ajustes en las expectativas de política monetaria en Estados Unidos y la depreciación reciente del peso mexicano. Los analistas incluso dudan que se realice un recorte en la reunión de junio del banco central.

El índice de precios subyacente, que excluye elementos volátiles como alimentos y energía, aumentó un 0.16% en las primeras dos semanas de abril y alcanzó un 4.39% en la tasa anual, coincidiendo con las expectativas del mercado. A pesar de una leve disminución desde el 4.69% registrado a principios de marzo, la inflación en servicios y otras incertidumbres globales que afectan al peso mexicano complican el panorama para posibles recortes de tasas.